
Un postre vintage adquiere una dimensión de ensueño con la ayuda de un poco de alquimia de refrigeradora e ingredientes muy frescos.
Hay pocos postres de dos ingredientes tan extraordinarios como una tarta helada de galletas.
Cuando la crema batida y las galletas crujientes de vainilla estilo wafer se superponen en una sencilla combinación y se dejan enfriar durante la noche, ambos ingredientes renacen. Las galletas secas y quebradizas absorben la humedad de la crema batida y se ablandan hasta convertirse en un pastel, mientras que la crema se endurece hasta convertirse en un bloque glaseado con la firmeza suficiente para poder cortarlo. Es un milagro cotidiano que siempre resulta emocionante.
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A Retro Icebox Pie Gets a Vibrant Makeover
Add some refrigerator alchemy to vanilla wafers, fresh strawberries and mounds of whipped cream for a dreamy, creamy late-summer dessert.
There are few two-ingredient desserts as transcendent as an icebox cake.
When the unassuming combination of whipped cream and crisp wafer cookies is layered together and chilled overnight, each is reborn. The brittle, dry cookies absorb the moisture of the cream, softening into cake, while the whipped cream stiffens up into a plush snowdrift of frosting that’s just barely firm enough to slice. It’s an everyday miracle that’s always a thrill.